En los primeros 4 años de vida de Benjamín los berrinches no fueron algo que me preocuparan demasiado, no ocupaban los primeros lugares en mi lista de “cosas por hacer” para ayudar a Benjamín para poder conseguir las metas propuestas.
La semana pasada surgió la oportunidad de viajar al DF, quisimos aprovechar para que los niños conocieran y llevarlos a papalote museo del niño y six flags, a este último íbamos con nuestras reservas por lo sucedido hace poco a un joven con síndrome de Down, pero quisimos ser positivos y fuimos.
En definitiva nadie nos enseña a ser padres y ser madre (en la mayoría de los casos) es todo un reto, ya que en nosotras recae la responsabilidad mayor de criar a los hijos. De pequeña imaginaba el momento de ser madre y creía que todo era fácil, que era como se veía en TV o en los cuentos, por supuesto que jamás cruzó por mi mente la idea de tener que cambiar pañales (al menos hasta que llegó el primer sobrino a quien cambié), limpiar narices, atender enfermedades, pasar noches en vela, padecer sus dolores o molestias, estrujar el corazón cuando algo les pasa, angustiarme con cosas que salen de control y muchas cosas más.
DÍA MUNDIAL DEL SÍNDROME DE DOWN