Ahora con un poquito más de tiempo vuelvo a compartirles las tareas de Benjamín en terapia de lenguaje.
Ahora con un poquito más de tiempo vuelvo a compartirles las tareas de Benjamín en terapia de lenguaje.
Casi terminamos la semana y el recuento definitivamente se inclina hacia lo positivo, después de tantos y tantos nervios, preocupaciones y angustias puedo decir que sobrevivimos a la primera semana en preescolar! ufff!. Fué una semana agotadora, corriendo entre la escuela, las terapias, el hospital (mi adorado padre se puso un poco mal, pero ya todo pasó y ahora se encuentra muy bien), los contratiempos de la vida diaria, el tráfico, en fin, estoy agotada pero felíz porque mi niño se empieza a comportar como lo que es, un niño grande, con sus 4 añitos ingresa solo a la escuela, ni una lágrima derramada, los últimos dos días comportándose a la altura de cualquier otro niño, obedeciendo, siguiendo instrucciones, cooperando, comiendo solo, realizando las actividades que todos los demás hacen.
Las vacaciones fueron muy movidas y por lo tanto muy poco tiempo para poder actualizar el blog, los niños en casa, las salidas y todo lo que envuelven las vacaciones me lo impidieron, pero ahora que las clases iniciaron puedo retomar el blog.
La semana pasada iniciamos un curso de lectura para niños pequeños llamado “Mi pequeño Shakespeare”, para niños desde los 6 meses de edad hasta los 5 años, aunque no es un curso específico para niños con habilidades diferentes quisimos incluir a Benjamín a éste para darle las mismas oportunidades que le hemos dado a su hermana mayor.
Creo que no hay persona en el mundo que no tenga gusto por la música, el género que sea, pero todos disfrutamos de ella; Benjamín no es la excepción, me encanta verlo cuando escucha música, la que sea, siempre me sorprende con algo. Le gusta desde el rock a la clásica, aunque no le hemos puesto tanta como hubieramos querido los resultados siguen siendo geniales.
Ayer fue un día pesado, Benjamín tenía cita a las 7 am para que le realizaran el mismo procedimiento que hace casi dos años en las cuatro últimas muelas (dos arriba, dos abajo), como ya sabran los nervios de punta por la anestesia, pero con toda la fé en que Dios lo protegería y todo saldría bien.