Parece que fué ayer… lo recuerdo todo tan claro, y como me arrepiento por las lágrimas que derramé con tu llegada, pero tú sabes que era por el temor a lo desconocido y nunca por no amarte, ahora, cuando veo hacia atrás agradezco por tu llegada y solo pido a Dios que me permita verte crecer y guiarte lo mejor posible, en estos 3 años cambiaste mi vida por completo y quiero aclararte que no siempre los cambios son malos. Me hiciste una mejor persona, cambiaste mi forma de ver la vida, me enseñaste a ser más paciente y tolerante aún cuando en ocasiones he sentido que algunas situaciones me rebasan.