Al principio me angustiaba pensar en cualquier tipo de análisis o pruebas de laboratorio, inmediatamente mi corazón se estrujaba por el temor de que Benjamín tuviera alguna enfermedad, sobre todo pensando en que a mi hija mayor nunca tuve que hacerle puebas de laboratorio religiosamente una vez por año, únicamente si el pediatra lo indicaba, entonces pensaba que si a él había que hacerle las pruebas al menos una vez al año es porque tenía altas probabilidades de padecer alguna enfermedad sin que yo me diera cuenta.