En esta ocasión quiero hacer un espacio para compartirles la experiencia de una mujer ejemplar además de una buena amiga y a la vez crear conciencia acerca de la adopción y en específico de la adopción de niños con síndrome de Down.
Es un tema delicado para las personas que a pesar de haberlo intentado no han conseguido crear una vida en el vientre materno, pero sepan que no es la única opción, claro que no todos optan por la adopción, no he estado en esa situación como para plantearme que haría yo, lo que sí puedo decir desde mi punto de vista como madre de un pequeñito de 2 años con Síndrome de Down es lo siguiente:
Pienso que es algo de admirar el que haya personas que se interesen por darle un hogar y querer como hijos propios a niños menos afortunados que fueron abandonados por quienes los procrearon, pero más aún cuando el niño en cuestión tiene una discapacidad.
Antes no pasaba por mi cabeza el tema de la adopción y mucho menos el de un niño con necesidades especiales, creo que a muchos nos pasa que no pensamos más allá de lo que tenemos enfrente, y hasta que vivimos en un nuevo mundo (como lo es la discapacidad) nos damos cuenta de la realidad que viven más personas.