Como parte del protocolo de seguimiento de una persona con síndrome de Down, le realizamos a Benjamín sus análisis clínicos una vez por año, y a menos que veamos algo irregular se le realiza lo siguiente:
– Biometría hemática completa
– Química sanguínea de 6 elementos
– Perfil tiroideo
Ya no asistimos al cardiológo ya que fué dado de alta después de que su cardiopatía se resolviera, aunque estoy considerando realizar una visita para cerciorarnos de que su corazoncito no nos dará ningún susto. También en el transcurso de los próximos meses visitaremos al oftalmólogo para ver en que condiciones están sus ojitos, además de checar también sus oídos con la audióloga, ya que cuando estuvo en el CRIT no se le pudo realizar el estudio.
Es importante que para procurarles calidad de vida y esperanza de vida mayor, se les brinden los cuidados médicos necesarios. Esto no es para preocuparse pensando en que se requieren de grandes sumas de dinero para criar a una persona con síndrome de Down, podemos acudir a asociaciones de apoyo, a instituciones de gobierno, a centros de salud y hospitales públicos, etc. Siempre existen opciones gratuitas o a bajo costo.
Claro que si optamos por la atención privada siempre el costo será mayor, pero eso ya dependerá del presupuesto y preferencias de cada familia. Claro está, que muchos gozamos del privilegio de tener hijos que han necesitado poco o nada del servicio médico porque han sido muy sanos, pero esto no implica evitarse el llevarlos al médico o al laboratorio al menos 1 vez por año para cerciorarse de que todo marcha bien.
Nuestros chicos se merecen toda la atención, no solo social y educativa, su salud debe ser la prioridad número 1. Si un niño goza de salud, lo demás se irá dando poco a poco.