Síndrome de Down

Hace ya varios meses que a Benjamín no se le han dado terapias físicas o de estimulación temprana, las del Crit porque ya no se las indican (por estar de “pre-egreso”) y las particulares porque cada vez era menor el tiempo que la terapeuta le dedicaba y no me pareció (porque se le pagaba por la hora completa y no la mitad), pero consideramos que aún las necesita, no demasiado pero al menos un tiempo más creo que le serviría mucho.

Así que mi esposo y yo pensamos en empezar a buscar otro centro que nos quede más cerca (para llegar al crit o al anterior tengo que manejar alrededor de 40 minutos), la semana pasada vi el anuncio de otro centro muy cerca de la casa así que ayer dispuse algo de tiempo para ir a checar, las instalaciones muy agradables, pero cuando pregunto a la recepcionista por las terapias y costos me pasa con el doctor, él muy amable y checando a Benjamín, me hizo algunas preguntas y finalmente llama a la terapeuta de lenguaje a quien empieza a dar indicaciones del tratamiento que se le daría al niño (sin preguntar si yo quería o podía), me extiende una receta para unas plantillas que según él Benjamín necesita y me cita para ir dos veces por semana (todo esto sin darme el costo de las sesiones).

Salgo y le digo a la recepcionista que luego llamo para hacer la cita a lo que ella me responde: “son $350 por la consulta”, queee???!! me molestó muchísimo la actitud porque en ningún momento me dijo que sería consulta, que me cobrarían ni nada, y mi molestia no era por la cantidad sino porque sentí que me vieron la cara, yo le dije claramente al llegar que iba por información acerca de terapias y precios, finalmente pagué pero no sin antes decirle que no se me hacía correcto la forma de proceder, se me debió explicar antes de entrar, que tal que no hubiese llevado dinero conmigo?!

Todo esto me molestó mucho, vuelvo a repetir, no por el dinero (que no te lo regalan) sino por la ambición desmedida de algunas personas que abusan de la necesidad que tenemos los padres de personas con alguna discapacidad de buscar lo mejor para ellos, de no importarnos en ocasiones las cantidades que hay que pagar por el beneficio que esto traerá a nuestros peques, existen carreras en donde se sabe de antemano que solo las estudian para enriquecerse, pero carreras como rehabilitación o medicina deberían ser más cuidadas y que solo aquellos con vocación real pudieran estudiarla.

Porque nuestros hijos no son solo una forma de conseguir objetivos económicos durante tiempos prolongados e incluso indefinidos, son seres humanos que NECESITAN de esos servicios y nosotros como padres trabajamos en ocasiones más de lo que nuestro cuerpo pudiera permitirlo para poder solventar los gastos que se presenten, afortunadamente no todos son como estos, porque a lo largo de estos cuatro años he conocido todo tipo de personas, afortunadamente puedo decir que en su mayoría han sido buenas experiencias.