Síndrome de Down

Proyecto Realidad Alfa es el nombre de un Software que recientemente desarrollaron un grupo de cinco estudiantes de ingeniería civil para ayudar a la población con habilidades diferentes, específicamente síndrome de Down y Autismo, estos chicos estuvieron en contacto con niños con necesidades educativas especiales de un colegio y esta experiencia les ayudó a conocer las debilidades y fortalezas de estos niños para poder ayudarlos con el desarrollo en cuestión para mejorar algunas debilidades en la vida diaria.

Desarrollan software para apoyar aprendizaje de niños con discapacidad
Desarrollar destrezas, apoyarlos en su integración, facilitar la tarea de sus padres y educadores, son algunos de los objetivos que un grupo de cinco estudiantes de Ingeniería Civil Informática de la Universidad Santa María se plantearon al crear “Realidad Alfa”, un software con juegos interactivos pensado para niños con Síndrome de Down y Autismo.

Un proyecto que considera tres modalidades de juegos interactivos, orientadas al manejo del dinero, relación entre nombres y objetos y situaciones sociales. “En la primera esperamos que los niños que tienen Síndrome de Down o Autismo jueguen con una caja registradora que maneja el dinero, por ejemplo, comprando cosas o sumando y restando valores utilizando tarjetas a modo de billetes o monedas que incluyen patrones que la cámara web puede leer, o identificándolos y moviéndolos con el mouse en la pantalla”, explica José Miguel López, Jefe del Proyecto Realidad Alfa.

Respecto a la segunda modalidad “creamos una interfaz para que los profesores de estos niños puedan agregar imágenes de objetos que ellos conozcan y les sean familiares para que dentro del juego puedan relacionar el objeto en la imagen con su nombre o algún concepto relevante”, agrega José Miguel López. Los juegos idealmente necesitan que los usuarios sepan leer, pero de todas maneras los alumnos han considerado que muchos textos sean audibles. Uno de los principales propósitos del trabajo de los sansanos es no dejar a nadie fuera de Realidad Alfa.

Otro modulo en el que están trabajando es el de situaciones sociales. Se trata de apoyar a los niños en cómo desenvolverse en su medio “y apoyar su aprendizaje en cosas que pueden resultar tan básicas para uno como decir “gracias” o “por favor” pero que para estos niños significan las primeras armas para enfrentarse a la sociedad”, indica el Jefe de Proyecto. Además, Realidad Alfa no solo les permitirá jugar, sino que se convertirá en un aliado de profesores y padres ya que el software permite registrar los resultados obtenidos por los usuarios y entregar estadísticas sobre el desempeño del niño, por juego y áreas dentro de cada uno.

Respecto al trabajo con el Colegio Armonía, que atiende a 70 niños de forma gratuita, los alumnos han debido involucrarse y aprender sobre los procesos de aprendizaje de estos niños. “Ellos nos han pedido que las tendencias nuevas en el área metodológica de la enseñanza para discapacitados intelectuales que ellos utilizan se apliquen en Realidad Alfa”.

Un desafío no menor considerando que deben tomar una serie de cuidados respecto a las características de los juegos, que son distintas a las de los anteriores productos desarrollados por los integrantes del grupo. “Mantenerlos concentrados es lo más difícil. Por tanto, el diseño del fondo de la interfaz no debe ser distractor, o las señales que reciban respecto a si lo están haciendo bien o mal no pueden ser sonidos molestos porque los niños se bloquean, y la recompensa debe mantenerlos enganchados y con ganas de continuar jugando”, señala José Miguel López.

Luego de Realidad Alfa el grupo tiene pensado seguir perfeccionando la herramienta pues “independiente de la Feria de Software de la USM, actividad que es el marco del desarrollo de este proyecto, queremos continuar nuestro trabajo conjunto con el Colegio Armonía y potenciar nuestra empresa de video juegos “Bullet Will”, explica José Miguel López.

Respecto al contacto con los niños a quienes podrán ayudar con su trabajo López señala que “indudablemente ellos no son muy comunicativos de sus problemas pero son muy alegres y nos reciben muy bien cuando vamos al colegio. Es gratificante hacer cosas buenas para ellos sin que lo sepan”.