Síndrome de Down

Hace unos días me encontré con una nota pero por falta de tiempo no la había publicado, se las dejo…

Por: El Universal/MÉXICO, DF.
La asociación atiende a jóvenes con síndrome de Down y daño cerebral leve.

Rosario Cruz tiene cierto daño cerebral. Actualmente vive en el Centro de Asistencia e Integración Social (CAIS) Coruña Niños, debido a su situación de abandono familiar; sin embargo, su proyecto personal se encamina a tener una vida independiente y productiva, y es por esto que todas las mañanas, temprano, de lunes a viernes, se dirige a la asociación civil Gente Excepcional, Daunis, que da capacitación para la integración al trabajo a jóvenes con síndrome de Down, así como daño cerebral leve.

Si las cosas marchan bien para Rosario, a lo largo de dos años recibirá una capacitación que le permitirá integrarse a una empresa regular y a un trabajo productivo, como ya lo hace Orly Leisoreck, una mujer de 33 años con síndrome de Down que durante cinco años aprendió labores de limpieza, preparación de tamales y operaciones de administración en Gente Excepcional, y hoy labora en la librería Gandhi de Bellas Artes, con un sueldo de 3 mil pesos mensuales, lo cual le permite vivir de manera autosuficiente al lado de Israel, su pareja quien también labora en Daunies. Para Orly, el término síndrome de Down no tiene ningún sentido. En entrevista, comenta que tiene capacidad para el trabajo. Eso es lo que quiere enfatizar a diario.

Sabe de facturación y vende libros para niños en la librería Gandhi de Bellas Artes. Trabaja de lunes a viernes de nueve a cuatro de la tarde y los jueves se dirige al centro de capacitación para sus cursos de computación.

Gente Excepcional, AC nace a iniciativa de un grupo de empresarios de la Ciudad de México, preocupados por la integración a la sociedad de personas con capacidades diferentes. Inicia sus labores el 28 de noviembre de 2002.

La aportación social de Daunis es la integración al trabajo de personas con síndrome de Down, desarrollando en ellos la autosuficiencia para una vida plena.

Crear para las personas excepcionales un modelo de “capacitación en el trabajo para la vida”, que les permita integrarse a la sociedad, ser productivos, autónomos y responsables, es uno de sus objetivos.

Cambio de paradigma
“Nuestro modelo de capacitación se basa en asumir una nueva visión como individuos y como sociedad, y que valoremos al ser humano desde la diferencia, ya que lo normal es que todos seamos diferentes”, señala la institución.

“Apoyamos la creación de una sociedad incluyente y responsable con el otro”, agrega.

Los objetivos
Gente Excepcional busca desarrollar en las personas excepcionales las capacidades de conocimiento, autonomía, valores y de principios; crear fuentes de trabajo y desarrollo profesional bien remunerado; integrar a nuestros capacitandos a empresas, una vez terminado su proceso de capacitación; abrir nuevos centros de capacitación en el país; ser una asociación civil productiva, autosuficiente y de alto impacto social, gracias a la integración de personas excepcionales.

Orly, de 29 años, es el ejemplo más palpable de esta independencia. Vive en la colonia Polanco y de lunes a sábado sale a las 8:15 horas de su hogar para llegar antes de las nueve de la mañana a Daunis. De su casa, camina a la estación Polanco, del Sistema de Transporte Colectivo Metro, transborda en Tacubaya para llegar a Centro Médico y de allí camina a la planta donde elaboran los tamales.

Pablo Merino, director de Gente Excepcional, es quien implementó este modelo de capacitación en Daunis, en donde los jóvenes aprenden desde las labores de limpieza, la preparación de tamales y operaciones de administración.

Además, busca obtener becas capacitadoras de 2 mil 700 pesos por joven, con la cual se pagaría su capacitación, a su capacitador y se le daría un porcentaje al joven para que pudiera hacer algunos gastos.

Mediante el modelo de “capacitación en el trabajo para la vida” desarrollan en las personas con discapacidad habilidades de pensamiento, su autonomía social, moral y personal, explica Patricia Chávez.