Sin duda la parte más importante de las vacaciones (más que el descanso o los paseos, porque no me dejarán mentir, pocas veces son de descanso real para las mamás jaja) es la convivencia familiar.
Estas vacaciones nos la pasamos con las familias de ambos lados, el ver a Benjamín convivir con ellos y sobre todo crecer al lado de gente que lo quiere es sumamente satisfactorio. Debo admitir que es flojito para el lenguaje (porque me ha demostrado que tiene la capacidad para aprender a hablar, simplemente hay veces que no quiere hacerlo), pero aún así la familia es un gran estímulo para él. En estas semanas se ha esforzado por decir los nombres de algunos miembros y ver cómo logra pronunciarlos es un estímulo muy grande para mi, para saber que vamos por buen camino, simplemente debo tener más paciencia y darle oportunidad de hacer las cosas a SU ritmo.
En la editorial de Down21 y el video “just like you” recalcan algo que en ocasiones muchos perdemos o vemos seriamente disminuida: LA PACIENCIA, debo confesar que en estos últimos meses la paciencia es algo que se agota rápidamente en mi, será quizá porque hay días en los que me olvido que mi hijo tiene síndrome de Down, lo veo tan común como el resto de los niños que no pasa por mi cabeza que tengo debo repetirle las cosas las veces que sean necesarias hasta dejarle claro lo que se espera de él.
Tanto la editorial como el video vinieron a remover sentimientos en mi que creí tener superados en su totalidad, me vuelve a poner los pies en el suelo y analizar si todo lo que he venido haciendo es lo mejor para él, me hace cuestionarme si he exigido de más o si ha sido lo contrario, pero todo esto me lleva a la misma respuesta de siempre, no es una carrera, nadie nos apura, debo darle su tiempo y sobre todo debo asegurarme de hacerlo felíz, la meta siempre será la misma: ayudarlo a ser independiente y felíz, la carrera hay que disfrutarla tranquilamente sin aflojar la marcha.
Cierto Dania, creo que conforme van creciendo la mayoria de las mamás empezamos a dejar a un lado la paciencia y nos enfocamos mas a tratar de corretear a nuestros hijos para que traten de llevar la vida al ritmo de un niño común. Creo que con ellos siempre tenemos mucha fijacion en el tiempo, desde que nacen, cuando tiempo tardo en sostener su cabeza, cuanto en girarse cuanto en sentarse y asi hasta que logran caminar. Estoy totalmente de acuerdo en que lo mejor es ayudarlos pero a la vez disfrutarlos, sobre todo cuando ellos estan saludables. Creeme y te lo digo por experiencia, cuando ellos llegan a tener algun problema grave de salud la misma situacion te baja de trancazo a la realidad y el tiempo entonces parece detenerse y de porrazo te das cuenta que no hay que preocuparse mas que por el hecho de que ellos esten bien y sobre todo sean felices.
Así es Elisa, creo que cuando los tenemos sanos pasamos por alto muchas cosas y simplemente los vemos como a cualquier otro de nuestros hijos, pero mejor hay que ocuparse de lo importante y darles su tiempo, al final de todos llegan a la meta no?
un abrazo 🙂