Cuando nació Yolanda yo ya me había devorado libros para saber como recibirla y qué esperar en su desarrollo, con Benjamín ya tenía un poco de experiencia y por lo tanto no leí mayor cosa acerca de bebés, pensé que todo sería similar, al nacer con Síndrome de Down me ví en la necesidad de leer e informarme del tema, necesitaba saber qué hacer, qué pensar pero sobre todo cómo ayudarlo.
Con los libros que había leído hace muchos años sabía que los niños tiran o aarrojan las cosas por varios motivos: medir distancias, coordinar, desplazamientos y muchas otras cosas; cuando Benjamín empezó a hacer esto recordé lo que hacía con su hermana e intenté lo mismo con él, esperaba que al igual que con ella esta etapa pasara un poco más tarde pero que a fin de cuentas pasara.
Pero el tiempo ha pasado y él sigue haciendolo, todo lo que le llega a las manos va a parar al piso, unos días más otros menos, pero todos los días hace lo mismo, ya lo he comentado con los terapeutas y médicos, así que en esta ocasión que tuvo terapia ocupacional me dieron un término en el cual yo no había pensado: sensación propioceptiva.
“En su significado preciso, la sensación es un fenómeno psíquico elemental que resulta de la acción de los estímulos externos sobre nuestros órganos de los sentidos. Por lo tanto, debe haber una concordancia entre las sensaciones y los estímulos que las producen.
Las sensaciones pueden ser clasificadas en tres grupos principales: externas (exteroceptivas), internas (propioceptivas) y especiales (interoceptivas).
Las sensaciones externas son aquellas que reflejan las propiedades y aspectos de todo lo humanamente perceptible, que se encuentra en el mundo exterior. Para tal nos valemos de los órganos de los sentidos: sensaciones auditivas, visuales, gustativas, olfativas y tactiles. Las internas hacen relación a la información que nos llega principalmente de los músculos, huesos y tendones, acerca de la posición de nuestro cuerpo en el espacio. Las especiales tienen que ver con las sensaciones de dolor, hambre, sed, etc.
La sensación propioceptiva permite conocer la posición de las diferentes partes del cuerpo. Esta información sirve para el control reflejo de la posición y el equilibrio del cuerpo.”
Así que esa es la razón, Benjamín al parecer tiene falta de madurez en la sensación propioceptiva, no es algo grave porque poco a poco la irá adquiriendo, con algunos ejercicios y poco más de tiempo logrará obtenerla, a nosotros nos queda trabajar más con él en este aspecto y tooooda la paciencia, por supuesto me dicen que hay que marcarle límites aunque por el momento sea algo que él aún no logra controlar debe saber que no es correcto. Este tipo de conductas (arrojar cosas) no es la única manera de saber que el niño aún no tiene madurez en ese campo, existen conductas diferentes que dicen lo mismo, si están en un caso similar sería bueno hablar con el terapeuta ocupacional y empezar con los ejercicios.
Así que… a trabajar! 😉
si,e s bien interesante x q uno da x hecho las cosas pasan y se van pero siempre hay una respuesta logica del x que,
el otro dia me vi explicando como el uso de una mamila adecuada desarrollara el lenguaje
en fin saludos!
Si, es muy cierto, y como es eso de la mamila que dices? digo, Benjamín ya dejó la mamila, pero es interesante saber que otras cosas pueden favorecer un mejor lenguaje no?
saludos
hola, interesante el artículo y te comento que mi bebe esta en eso, el tiene 22 meses y cualquier cosa o casi todo lo tira… Aq donde vivo no hay terapia ocupacional, tengo que ir a otra ciudad… si puedes suministrarme mas información sobre esto o los ejercicios que realizaste o estas realizando.. gracuas
Hola, kisiera que me de mas información sobre la estimulaion de lenguaje porque mi hijito ya va cumplir 2 añitos y esta intentando hablar.
En la ciudad que vivo no hay lugares de terapias para niños con Sindorme de Down. vivo en el Perú – Distrito de Ucayali – Callería – pucallpa