Desde hace un tiempo me viene rondando en la cabeza la idea de meter a Benjamín a clases de natación, pero pretextos siempre han existido y sobre todo cuando una madre teme por el bienestar (físico o emocional) de su pequeño, y para ser honesta tengo que admitir que me daba un poco de temor, que si estaba muy pequeño, que si lo aceptarían bien, y más aún cuando veía que él le tenía miedo al agua, cada vez que intentaba meterlo se abrazaba fuerte y no se soltaba, no era así mientras estaba en la parte baja (en las escaleras) ahí se divertía de lo lindo; en la escuela inició el año pasado una clase de natación y me decían que al principio no quería, pero que al ver como se metían y nadaban sus compañeros él solo pedía entrar al agua.
En las vaciones de semana santa nos dimos cuenta que ya movía las piernas (pataleo) y sobre todo que se divertía dentro del agua, así que me decidí a que en las vacaciones de verano lo tendría más tiempo dentro de la alberca para acostumbrarlo e iniciar el curso de natación al inicio del ciclo escolar, para mi sorpresa ahora patalea fuerte, empieza a tomarse de la tabla y a patalear al mismo tiempo, aunque aún tiene miedo de los clavados, en las olimpiadas veíamos juntos las competencias de clavados, y entonces el les contaba “1, 2, y 3” para que se lanzaran, ahora lo hace con todos cuando se da cuenta que van a tirarse a la alberca, aunque cuando es su turno no se quiere parar, su “clavado” lo hace sentado, jejeje, pero creo que vamos por buen camino.
La próxima semana inicia su curso y espero que todo resulte bien, sé que es un ejercicio excelente y que le ayudará en muchos aspectos:
Beneficios de la natación en los niños:
La natación y el desarrollo físico
– Mejora la coordinación, el equilibrio y el conocimiento del espacio.
– Beneficioso para la condición cardiovascular, mejoran la resistencia del bebé.
– Incrementa la fuerza gracias a los ejercicios musculares, favoreciendo que se produzca un temprano desarrollo de habilidades psicomotrices tales como gatear o caminar.
– Los ejercicios suaves, combinados con el agua a una temperatura agradable, relajan al bebé y estimulan su apetito, consiguiendo que coma y duerma mejor. En consecuencia, mejorará su carácter y su comportamiento.
– Amplía la capacidad de su sistema respiratorio y la regulación adecuada a su circulación sanguínea.
La natación infantil y el desarrollo psicológico
– El bebé se siente mas seguro y disfruta mucho aprendiendo a nadar al sentir que sus padres tienen su atención concentrada en él.
– Incrementa el sentimiento de independencia y de autoconfianza del bebé. Aunque todavía no camine, el bebé se puede desplazar en el agua por si mismo, y eso puede favorecer el despertar de su inteligencia.
– El bebé aprende a nadar de una forma divertida y saludable. Y saber nadar también es una medida de seguridad. No hay que olvidar de que existe un gran porcentaje de accidentes por ahogamiento de niños.
– Estimula la confianza en uno mismo y por lo tanto mejora la comunicación con los demás.
La natación infantil y el desarrollo social
– Ayuda al bebé a iniciar la socialización sin traumas.
– Amplia el horizonte de los juegos compartidos.
– Activa la diversión y el espíritu de juego.
– Consolida los vínculos de afecto con sus familiares.
– Introduce conductas de autocuidado, convirtiéndolas en hábitos sumamente necesarios.
– La convivencia les ayudarán a relacionarse mejor y compartir actividades junto a otras personas.
Fuente (beneficios de la natación): www.guiainfantil.com.
Unos consejos interesantes sobre los beneficios de la natación. Añadir la importancia de beber suficiente agua para una correcta hidratación y una vida más saludable. Saludos.