Ahora que tengo una hija en secundaria me doy cuenta de lo importante que es el papel de los padres en la educación de los hijos, y no es que antes no me percatara de esta situación, lo que sucede es que (creo yo) mientras mas crecen los hijos mas tiempo pasan en la escuela y con las amistades.
Por lo tanto mayor número de veces tienen que enfrentarse a comentarios desagradables cuando tienen un hermano con alguna discapacidad. En nuestro caso no ha sido directamente, hasta la fecha nadie se ha burlado de Benjamín (al menos en nuestra presencia), pero los chicos de ahora (y antes también) utilizan cada vez con mayor frecuencia términos como “mongol”, “síndrome de Down”, “retrasado”, etc, como insultos o agresiones sin tener conocimiento de lo que están hablando.
Lo peor de todo es cuando los utilizan una vez que se les ha explicado el significado es estos y como pueden afectar, además de recordarles (como leí en un anuncio de ASDRA) que al utilizarlos no están insultando sino discriminando.
Es triste ver el poco o nulo interés que tienen los padres “modernos” por educar a sus hijos con valores, por interesarse un poco en la información que sus hijos manejan, en el vocabulario que utilizan día con día.
Creo que como padres de niños con síndrome de Down en específico debemos aprovechar el día 21 de marzo para informar, para crear conciencia en la población y no solo con respecto a los términos médicos, a que es el SD o cuantos tipos hay, debemos tomarnos un poco de nuestro tiempo para orientar a chicos y grandes, generar empatía en ellos para procurarles un ambiente de tranquilidad escolar a nuestros hijos, con o sin discapacidad.
Si criamos hijos sanos emocionalmente, informados, que tengan la capacidad de ponerse en los zapatos del otro y respetuosos, seguramente estaremos en camino a vivir en un mundo mucho mas tranquilo y sin discriminación.