Con elementos simples y fáciles de encontrar podemos estimular a nuestros niños para favorecer la escritura y no solo eso, al reforzar la pinza fina ellos podrán atarse las agujetas de los zapatos, realizar manualidades, etc.
Tomé un bote de yogurt vacío y limpio, con un cuchillo hice una ranura en la tapa a modo de alcancía. En la papelería conseguí una fichas de plástico duro y de diferentes colores, ni siquiera tuve que darle mayor explicación a Benjamín, él sólo supo que debía hacer.
Además le entretiene mucho porque al caer van sonando, el interés por seguir escuchando el sonido hace que aumente la velocidad a la que realiza el ejercicio e inmediatamente después él mismo abre el bote y vuelve a empezar.
Al ser una ranura pequeña no le permite meter mas de una ficha por vez y esto lo obliga a hacer la pinza fina además de trabajar con la coordinación ojo-mano.
Poco a poco podemos ir introduciendo las matemáticas en esta actividad al ir contando las fichas que se introducen o podemos darle valores a cada color (si el niño puede hacer sumas), también utilizamos el discernimiento de colores al indicar que solo debe meter al bote las de cierto color, etc. Con un mismo material podemos hacer muchas actividades para reforzar e incrementar los conocimientos de nuestros pequeños.
