Es increíble ver la forma en la que nuestros hijos crecen, se adaptan y logran robarle el corazón a las personas que conviven frecuentemente con ellos, ni hablar de la familia a quienes traen comiendo de la mano. Benjamín ha sido (al menos hasta ahora) muy bien aceptado, integrado y querido en la escuela tanto por el personal como por sus compañeros.
Los niños se saben muy bien su nombre, conviven y juegan a la perfección con él (por supuesto, ellos no tienen prejuicios!), su lenguaje y comunicación se han visto sumamente estimulados con la convivencia diaria con los niños de su escuela, me explica cada día mejor lo que quiere y lo que no, lo que hace en la escuela, reconoce el camino a ella, se emociona cuando alguien de la familia (que no sea yo, porque voy siempre por él) va por él y trata de enseñarles que ésa es su escuela, su espacio y las actividades que realiza.
Hasta ahora no ha habido más que una sola queja, no quería estar en su salón sino pasarse con los niños más pequeños porque los grandes no le prestaban lo que él quería, así que si se iba con los pequeños a ellos les podía quitar las cosas y si no les pegaba, así que hablamos con él tanto en casa como en la escuela y afortunadamente dejó de hacerlo, ahora se porta muy bien, obedece las indicaciones y participa cuando se lo piden.
Ayer que fuí por él un poco antes, aún comían y me llamó la atención verlo en una silla alta (periquera) en lugar de las mesitas del comedor en donde siempre lo he visto comer, así que la directora se acercó a comentarme que lo pasaron ahí porque quiere comerse la comida de los otros niños de su mesa!, y eso que le sirven doble porción porque siempre se queda con hambre!, no sabía si reir o preocuparme porque resulta que cuando sale de la escuela siempre me pide comida!!, opté por reir y pensar que quizá ha sido fuerte el desgaste físico de estar en la escuela y quizá por eso su cuerpo le pide más calorías, no sé, creo que pudiera ser eso por que no ha subido de peso más que 950 gramos en lo que va del año, temo que tenga problemas de peso en el futuro, pero espero que no.
En fin, en resumen, estos pocos meses de escuela le han servido para mejorar muchísimo su lenguaje, coordinación, comunicación, equilibrio, madurez, etc. así que no duden en que es una excelente idea, solo busquen una escuela que los deje convencidos y tranquilos.