Hace ya algunos días que tenía la intención de escribir acerca de el nuevo interés de Benjamín, pero por falta de tiempo no pude hacerlo, aprovechando la nota más reciente últimamente acerca de Owen Groesser voy a retomarlo.
Al leer acerca de la oportunidad que le dieron a Owen, de jugar basquetbol con su equipo después de haber permanecido todo el tiempo en la banca, me lleno de esperanzas, quizá el mundo en el que vivimos pueda cambiar todavía, pueda abrir las puertas a oportunidades para personas como Owen, como tu hijo o como el mío.
Como padres creo que nuestro interés es que nuestros hijos logren lo que se propongan, que tengan éxito en lo que sea que quieran hacer, más aún si es algo que les gusta. A Benjamín desde muy pequeñito le ha gustado siempre el futbol, simplemente le encanta todo lo que tenga que ver con balones, de un tiempo a la fecha se ha inclinado un poco más por el basquet, cosa que a mi me encanta, en mi familia siempre ha predominado el gusto por el basquet pero al parecer a la nueva generación no tanto, ahora, el ver como a Benjamín le divierte, se esfuerza e insiste las veces que sean necesarias para lograr encestar, es algo que me llena.
Día a día nos demuestran que sus capacidades no los limitan, que cuando algo se quiere se puede lograr si se lucha por ello, que la etiqueta “síndrome de Down” definitivamente no hace a la persona ni determina que tan lejos pueden llegar, simplemente hay que abrir las puertas a las oportunidades para las personas con síndrome de Down.
Les comparto una de las muchas anotaciones que ahora hace este pequeñito dueño de mi corazón.