Creo que es un tema difícil de abordar, porque todos tenemos opiniones diferentes, pero todo lleva a lo mismo, decidir por la vida de nuestro hijo. Muchos se realizan la prueba por que el médico se la manda, pero no saben que harán cuando tengan el resultado en sus manos, la mayoría decidirá interrumpir el embarazo (en otras palabras, asesinar a su hijo), con justificantes como: no sabría que hacer, como atenderlo, que va a ser de él cuando yo me muera, va a venir a sufrir, tendrá muchas enfermedades, etc, etc, etc…
La verdad es que todos nos morimos de miedo ante lo inesperado, pero enfrentamos las cosas de maneras diferentes, no por esto quiero decir que unos son mejores que otros, simplemente unos decidimos luchar y otros se dan por vencidos antes de iniciar la batalla.
Antes que un diagnóstico está mi hijo, por el que daría mi vida, ese niño que se ha robado mi corazón desde el instante en que lo conocí, y sí, tenía miedo, mucho miedo, desconocía este mundo al que ahora tanto quiero, le temía porque no lo conocía, ahora, 5 años después me avergüenzo de la forma en la que recibí a mi hijo, de todo ese miedo infundado, de haber dicho tantos “si hubiera”, él es quien es, un cromosoma de más no lo hace inferior, por el contrario!.
Constantemente la ciencia avanza, las pruebas son más rápidas, eficaces y menos invasivas, pero esto tambien trae consigo un mayor número de embarazos interrumpidos, tal parece que fuera una campaña para exterminar a las personas con síndrome de Down.
Si estás en esta situación, en la que no sabes si seguir adelante con tu embarazo o no, déjame decirte algo, el hecho de que tu hijo con encaje con la “normalidad” que la sociedad impone no quiere decir que deje de ser tu hijo, el temor es normal, pasará pronto, aprenderás a conocerlo, a amarlo y a ayudarlo, él te guiará. Muchos podrán decir que no logrará hacer muchas cosas, yo te digo que logrará todo lo que se proponga, siempre y cuando cuente con tu apoyo. Irá a la escuela, te entregará satisfecho los trabajos que ahí haga, te llenará de orgullo y satisfacción, porque antes que nada es tu hijo.
Dale la oportunidad, su vida vale tanto como la tuya!
