En ocasiones es una frase que vemos tan lejana, tan difícil de alcanzar, pero nunca hay que dejar de buscar, en algún lugar están la escuela y personas ideales para recibir y atender a nuestros pequeños.
Después de mucho buscar lógicamente nos agotamos y desesperamos, tanto así que para la siguiente escuela que debemos visitar ya vamos a la defensiva y pensando o sintiendo que cualquier gesto o palabra es contra nuestro hijo o nosotros. Como padres de niños con síndrome de Down debemos ser más tolerantes con los demás si pretendemos recibir lo mismo para nuestro hijo (hay que recordar que quienes contamos con la información somos nosotros y es nuestro deber ayudar a quitar la ignorancia en los demás).
Pensar que es obligación de la escuela y/o maestros aceptar y enseñar a nuestro hijo por supuesto que es nuestro derecho, como también lo es, para los maestros, recibir la preparación adecuada desde que ellos eran estudiantes para perder ese temor y de ese modo abrirían las puertas más fácilmente.
Cómo podemos exigir que los reciban, los atiendan y exploten al máximo su potencial si en ocasiones ni nosotros sabemos como hacerlo? y nosotros leemos, nos informamos acerca del síndrome de Down y todo lo que le rodea. Creo que sí debemos exigir educación para nuestros hijos, porque es su derecho, pero también debemos exigir dentro del plan de estudios de las escuelas normales de educación en México una materia que al menos informe un poco acerca de los diferentes casos de discapacidad que pueden encontrarse en el aula.
Si los maestros cuentan con más información y herramientas, además de dependencias que funcionen realmente (algo así como Usaer, que en algunos estados es un fantasma), los maestros estarían con mayor disposición y las escuelas serían realmente integradoras. Sería genial que en la reforma educativa que tanto ha dado de qué hablar se anexara un punto como éste, cierto?